Patrizia Serra, SPAZIOTEMPORANEO y yo.

Dentro de Milán.
Sin duda la zona que concentra más galerías es Brera. Lumínicos escaparates desafían la oscuridad del día. Camino por la vía Solferino, intento encontrar el número 56 dónde se ubica la siguiente galería en mi lista. Las aceras están tan húmedas que puedo ver mi reflejo. Al fondo SPAZIOTEMPORANEO. En este momento son las 20.00 horas, tengo los pies llenos de ampollas y las manos tan frías que no puedo pasar las hojas. Y sin embargo aún no es suficiente. ¿Qué entiendo por suficiencia?.

Medicina por María José Gordillo, 2016.
Acrílico sobre lienzo.
Idea surgida observando la quietud de la calle mientras el cielo se mueve. Todo es errante.
Veo, veo ¿Qué, qué ves?
Al pasar el umbral de la puerta unos enormes ojos grises me saludan. Patrizia Serra extendía una de sus manos para entregarme el Catalogo de la mostra de Shuzo Azuchi Gulliver, autor de las obras en Sala. 
Bajo una apariencia sencilla una selva llena de posibles interpretaciones. En la medida de lo posible controlé la expresión de mi cara hasta que finalmente el cansancio ganó. Entonces caminé hacia el rincón donde ella sentada repasaba notas. Utilizando todas las formulas de cortesía posibles me senté en frente y entoné la pregunta. Espero, pausa, entono el “no, no, no” y… Una domanda que después de haber visitado tantos espacios subía por mi garganta y me quemaba en los labios. ¿Qué (entienden aquí) es el Arte? 

*El Ciclope por Redon hacía 1900
Óleo sobre tabla
Rijksmuseum Kröller-Müller
Experimenté un alivio instantáneo. Minuto de silencio para el medio millón de voces internas. Pero al despedir esa carga topé con una sensación angustiosa; la necesidad implícita de una respuesta. No era una cuestión retórica porque de la misma forma que ganaba conocimiento en esas visitas perdían fuerza mis pilares barrocos. Patrizia abrió los ojos con sorpresa y con aire sonriente contestó: “No debes buscar una definición. Es una torpeza por tu parte y al mismo tiempo una virtud de tus años.  El artista se expresa libre en su taller y en ese espacio se aproxima a la plenitud que no es otra cosa que la creación. Por ello el Arte cambia, estilos y periodos pictóricos se suceden pero esa relación permanece perenne”. Mi traducción; por incomprensible que parezca lo que tengo delante, números y trazos, es la reacción que todo ello ha producido en el artista. 
Este encuentro se produjo entre dos lenguas, italiano y español nivel elevado por tanto ha sido necesaria la adecuación del texto original.

“Fuera del entorno el artista no respira..”

Entendí su gesto, la energía con la que hablaba y su semblante. Estaba siendo la conversación más surrealista del mundo, -¡algo de vida!- pensé. Por un segundo mi cabeza se insonorizó mientras sus manos diseñaban las explicaciones en el aire. El cíclope despertó y comenzó a explorar el entorno *.  Seguía enlazando ideas, decía que “el artista desarrolla un idioma, un diálogo entre su cuerpo y su mente. Y la mano desvela a la persona. Por ello, fuera de ese entorno el artista no respira”. Para sentenciar que todo eso incluye la apatía por los ordenadores y otros medios informáticos.


“Café, metro, Porta Romana, Duomo…  El viaje fue un intervalo de caras y líneas rojas, verdes y amarillas. Me había dicho mentalmente “Despiértame cuando lleguemos”. Abrí los ojos delante de la fachada del Palazzo Reale. Caminaba con determinación hasta el mostrador pensando las palabras y su pronunciación correcta. 
¿Cómo un especio público puede convertirse en el lugar más íntimo en cuestión de minutos? Una simple cortina me separaba del nunca mejor llamado mundianal ruido. Me perdí en los pasillos, sin orden y rodeada de simbolismo”.

Todos hablan de genialidad, no les interesa el proceso, las intoxicaciones por pintura a ventana abierta o la lucha constante con el “esto no”. 
La opresión en cánones que no terminaba de entender minaba mis ideas, en cualquier momento ¡guerra!. “En ese empeño el artista huye de los espacios acotados ¿qué hacer? activar la acción de salida. Frida Kalho emprendió la huida del seno familiar de la única forma aceptable en su tiempo: el matrimonio. Necesitaba ese mal menor. Picasso en cambio cambió de país liberando las ideas propias de una cultura no apta para el cubismo”. ¿Te compensa? Deje fluir todo aquello que me empujaba lejos de mi recomendado epicentro. Ahí estaba expuesto de una forma clara, no había perdido la cabeza. Patrizia continuaba hablando en un italiano relajado que me permitía parpadear. No dije nada, solo escuchaba. Desde los primeros garabatos hasta este mismo instante has desarrollado un idioma propio, exclamó”.
Fin momentáneo de las negras horas.


IL CARMINIO



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